
— Un plato reconfortante con un toque de Creamery Creek
Mira. Ya lo sé. El menudo tradicional se hace con callos, y me encanta respetar las recetas que se han transmitido de generación en generación. Pero seamos sinceros: los callos no son para todos, y definitivamente no es algo que ofrezcamos todavía en Creamery Creek. Eso no significa que no podamos tomar prestada la esencia del plato y crear algo rico, reconfortante y digno de un domingo tranquilo.
Esta versión de Menudo usa nuestra carne de res madurada en seco para estofado: es tierna, llena de sabor y se conserva de maravilla en una cocción a fuego lento prolongada. Conservamos los chiles ahumados, el caldo rojo intenso, las especias cálidas y el delicioso sabor final del maíz pozolero. Sigue siendo Menudo, solo que al estilo Creamery Creek.
Esto es lo que necesitarás:
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2 libras de carne de res para estofado madurada en seco de Creamery Creek
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1 cebolla grande, cortada en cubitos
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5 dientes de ajo picados
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1 cucharada de comino molido
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1 cucharada de orégano mexicano
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2 hojas de laurel
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3 chiles guajillos secos, sin tallos ni semillas
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2 chiles anchos secos, sin tallos ni semillas
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6 tazas de caldo de res
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1 lata grande (25 oz) de maíz pozolero, escurrido y enjuagado
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Sal al gusto
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Lima, cebolla picada y cilantro fresco para servir.
Cómo hacerlo posible:
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Primero, tuesta los chiles secos en una sartén seca hasta que desprendan su aroma. Luego, remójalos en agua caliente durante 15 minutos. Tritúralos con un poco del agua de remojo hasta formar una pasta suave.
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Dora la carne en una olla grande o en una olla holandesa. No te saltes este paso: ¡es la base del sabor!
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Añade la cebolla y el ajo y saltea hasta que estén tiernos.
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Añade el comino, el orégano, las hojas de laurel y esa deliciosa pasta de chile. Deja que todo se mezcle un minuto.
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Vierta el caldo, llévelo a ebullición y luego reduzca el fuego a fuego lento. Tape y cocine durante unas 2 horas, o hasta que la carne esté tierna y se deshaga en la boca.
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Incorpore el maíz y cocine a fuego lento sin tapar durante otros 30 minutos.
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Sazonar con sal al gusto y servir con gajos de lima, cebolla picada y cilantro fresco encima.
Este es el tipo de plato que preparas en un fin de semana frío, con música y sin quitarte las zapatillas. Es intenso, con cuerpo y muy satisfactorio. Y oye, si eres tradicionalista y te da miedo prescindir de los callos, prueba esta versión. Te sorprenderá.
De nuestra cocina a la tuya—
Luisa